la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 14 de octubre de 2015

Año 523 / Por Jorge Arturo Díaz Reyes.



"...Pronto se toreó desde Cabo de Hornos hasta las Montañas Rocosas. En cada pueblo una plaza, en cada plaza un toro y en cada toro una suerte. Buenos Aires, Río, Lima, Bogotá, Caracas, La Habana, México, Los Ángeles, San Francisco. Ruta torera que los siglos y la maleza de la transculturización han desdibujado y que los nuevos “civilizadores” quieren borrar del todo, junto con las identidades. Globalización, sentir único, pensamiento único, cultura única, poder único..."

Año 523

Jorge Arturo Díaz Reyes 
Cali, 13 de octubre del 2015 / Noticias Crónica Toros
Ayer se cumplieron 523 años del fortuito encuentro. Eran 75 aventureros, perdidos, desesperados, renegados, repartidos en tres naves, y a punto de motín. 

“Ahorque Vuesa Merced a media docena de los que no quieren seguir, y, si no se atreve, mi hermano y yo barloaremos nuestras naves contra la Santa María.” le intimó Alonso Pinzón a Colón antes que Rodrigo de Triana gritara ¡Tierra!
Cargaban setecientos años de guerra santa en las costillas. No sabían por dónde iban, a donde llegaban, ni a quien pertenecía ese suelo, pero no más desembarcar tomaron posesión de él a nombre de la corona.

Siguieron y siguieron llegando. Trayendo de todo; Dios, signo, cañón, virus, palabra, letra, libro, caballo, toro. Sometieron “indios” (creían que estaban en la “India occidental”), pero no los aniquilaron, como hicieron al norte. Se mezclaron, amasaron todo y expandieron su cultura.

Aprendieron a decir garúa, huracán, cóndor... a fumar tabaco, mascarcoca, tomar cacao... hacer la barbacoa, navegar en canoa, estirar elcaucho, admirar el colibrí, valorar un Perú, morir de paludismo y de flecha. En cambio enseñaron mucho, milenios de saberes, de sentires, de mitos, de leyendas. La rueda, el escalpelo, la alcabala y el toreo… ese culto ancestral, hondo, de vida y muerte, de naturaleza y fecundidad, de fiesta y tragedia.

Pronto se toreó desde Cabo de Hornos hasta las Montañas Rocosas. En cada pueblo una plaza, en cada plaza un toro y en cada toro una suerte. Buenos Aires, Río, Lima, Bogotá, Caracas, La Habana, México, Los Ángeles, San Francisco. Ruta torera que los siglos y la maleza de la transculturización han desdibujado y que los nuevos “civilizadores” quieren borrar del todo, junto con las identidades. Globalización, sentir único, pensamiento único, cultura única, poder único.

Sin embargo, ayer a lado y lado del mar de Colón, se recordó el encuentro. Manizales, Calanda, Sevilla, Zaragoza, Madrid… corrieron toros. Aún somos lo que somos parecían querer decir los carteles.

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